La gran aventura del Conejo de Pascua
En un bosque mágico, donde los árboles susurraban secretos y las flores sonreían al sol, vivía un adorable conejito llamado Pinzón. Pinzón era un conejo muy especial, pues cada primavera tenía una misión importantísima: ¡esconder huevos de Pascua para los niños!
Este año, Pinzón estaba más emocionado que nunca. Tenía huevos de todos los colores: rojos, naranjas, amarillos, verdes, azules, ¡incluso algunos con brillos!
El día llegó, y Pinzón se adentró en el bosque. Saltando entre las flores y esquivando los árboles, aparecío en el cole.
Mientras Pinzón colocaba los huevos, cantaba una alegre canción. De repente, escuchó un ruido. Se escondió detrás de un tronco y vio a un grupo de niños que se acercaban siguiendo el rastro de las huellas que dejó.
Los niños reían y hablaban con emoción, buscando los huevos que había escondido Pinzón.
Pinzón, cansado pero satisfecho, regresó a su madriguera, sabiendo que los niños cumplirían su importante misión.
MISIÓN:
Para conseguir un huevo de verdad, tienes que encontrar por la zona del recreo el huevo con el número que los profes te digan.
Presta atención y recuerda bien la palabra que hay escrita justo debajo del huevo, se la tienes que decir a los profes para conseguir tu huevo.
Pinta tu huevo de los colores que más te gusten, puedes coger ideas de los siguientes:
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